La oficina de prensa del CERN- Organización Europea para la
Investigación Nuclear, ha anunciado la confirmación experimental sobre
la existencia del 'bosón de Higgs' más conocida por el público como "la
partícula de Dios".
El bosón de Higgs era la última pieza que faltaba
localizar para completar el cuadro de partículas elementales incluidas
en el modelo estándar de la física de partículas, el modelo que
relaciona las interacciones fundamentales entre las partículas
elementales que componen toda la materia.
Por lo tanto, confirmar o
descartar su existencia ha sido una de las tareas fundamentales llevadas
a cabo en el famoso "colisionador de Hadrones (LHC)" un anillo
acelerador situado a 100 m de profundidad en la frontera entre Francia y
Suiza, en las cercanías del aeropuerto de Ginebra.
Es difícil discutir sobre el modelo estándar sin las
precisiones matemáticas que se requieren y poco podemos abundar sobre
este tema en un espacio tan reducido. Tampoco ayuda que la mecánica
cuántica no tenga nada que ver con el "sentido común" o la "intuición".
Sin embargo, se ha desatado un gran interés público por
esta noticia, a pesar de la evidente complejidad del tema y de su escasa
relación con la vida cotidiana, interés que probablemente esté ligado
al nombre de "partícula de Dios". La relación que tiene la teoría
respecto del Big-Bang y de la evolución de la materia en el Universo,
nos hacen sospechar a todos, aún sin comprender los detalles, que esas
conclusiones tienen que ver con nuestro propio origen.
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